Para poder entender el trastorno de la personalidad en general debemos definir el concepto de personalidad y los criterios de normalidad. Existen muchas definiciones de la personalidad, pero utilizamos la siguiente: “es el conjunto de cualidades de las reacciones neurosíquicas, que caracterizan a un ser vivo como humano integrante de un grupo y parcialmente diferente de todos sus semejantes“. Los trastornos de personalidad se definen como anomalías del carácter que se establecen desde etapas tempranas de la vida y que, por lo general no se modifican espontáneamente y se mantienen en el curso de la vida produciendo un deterioro en la adaptación de la persona al medio, dando por resultado unas veces, sufrimiento en la propia persona, o hacen sufrir a otras personas que lo rodean y sino la combinación de ambos.
Es decir que los que presenten un trastorno de la personalidad, no desean cambiar y para lograr sus objetivos en la vida, hacen lo que sea, aunque tengan que hacer sufrir a sí mismos, a los demás o ambos inclusive. Hay muchos subtipos de trastorno de la personalidad existen: tipo paranoide, tipo esquizoide, tipo histérica, tipo explosivo, tipo antisocial y tipo obsesivo compulsivo entre otros.
Las causas de los trastornos de la personalidad son multifactorial. Pueden ser causas biológicas, genéticas y ambientales.
Es bueno aclarar que los trastornos de personalidad a nivel popular se les dice generalmente: psicópatas. Pero los verdaderos psicópatas son los trastornos de personalidad tipo antisocial. Estos se caracterizan por no seguir las normas éticas y sociales, generalmente son personas por delincuentes, antisociales y asesinos entre otras.
El trastorno de personalidad tipo obsesivo compulsivo se caracterizan por ser personas muy psicorígidas, autoexigentes, muy meticulosos, perfeccionistas, excesivo celo por la puntualidad, el orden y la disciplina. Se divierten muy poco, muy ahorrativos, con tendencia a ser tacaños. Tienden a vivir solos según por sus hábitos. Cuando estos rasgos son moderados pueden ayudar al éxito de la persona socialmente pero cuando son muy marcados hacen sufrir a ellos y a los que les rodean. Se acompaña de ideas obsesivas, las cuales le indica un mandato y debe realizar inmediatamente con un acto ritual que se llama compulsión. Por ejemplo: la idea de revisar varias veces si cerró con la llave el carro y la compulsión de hacerlo.
Existe el trastorno obsesivo compulsivo, aunque en síntomas son iguales, tanto el trastorno de la personalidad como este, la diferencia fundamental es que el trastorno obsesivo compulsivo la base de su sintomatología es la ansiedad y sufren cuando no logran sus obsesiones y compulsiones, estos si desean cambiar, pero el trastorno de personalidad obsesivo compulsivo no sufre, ni desean cambiar.
Los trastornos de la personalidad tipo obsesivo compulsivo no desean cambiar, por lo que no buscan ayuda profesional, ni van a un psiquiatra o psicólogo. Solo si se sienten muy afectados ante alguna situación en la vida que no resultó como deseaban, es que buscan ayuda de un profesional de la conducta.
Referencias:
1. Nina, RE. Manual Introducción a la psicopatología. 2002. AMCON, S.A. Santo Domingo, R.D.
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