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Foto del escritorRose E. Nina, MD., Ph.D.

¿Conoces el Síndrome Facticio?



Este es un trastorno mental del cual se habla poco, pero podría ocurrir y alguien padecerlo. Es conocido como el síndrome de Munchausen. En este trastorno mental la  persona inventa los síntomas o  incluso adultera las pruebas médicas para convencer a otros de que necesita un tratamiento, como cirugías de alto riesgo. El trastorno facticio es crónico en el cual una persona engaña a los demás haciéndose el enfermo, enfermandose a propósito o lastimándose a sí mismo. También puede producirse cuando los miembros de una familia o las personas responsables del cuidado declaran falsamente que otros, por ejemplo los niños, están enfermos, lesionados o afectados.



Los síntomas de este trastorno pueden variar de leves a severos, todos asociados a la simulación o producción de enfermedades, la exageración de síntomas, discapacidades para engañar a otras personas. Llega un momento que continua con el engaño, incluso sin recibir ningún beneficio o recompensa evidente o cuando se enfrentan con pruebas objetivas que no respaldan sus dichos.



Según la Mayo Clinic estos síntomas pueden ser agrupados de la siguiente manera: 


Simular síntomas. Pueden simular síntomas, como dolor de estómago, convulsiones o pérdida del conocimiento.


Causarse daños o lesiones. Pueden dañarse a ellas mismas, por ejemplo, inyectándose bacterias, leche, gasolina o heces. Pueden lesionarse, cortarse o quemarse intencionalmente. Pueden tomar medicamentos, como anticoagulantes o medicamentos para la diabetes, para simular enfermedades. También pueden interferir en la cicatrización de las heridas (por ejemplo, reabrir o infectar los cortes).


Adulteración. Pueden manipular instrumentos médicos para distorsionar los resultados (por ejemplo, calentar los termómetros). O pueden adulterar los análisis de laboratorio (por ejemplo, contaminar las muestras de orina con sangre u otras sustancias).


También se acompaña de  síntomas asociados a problemas médicos o psicológicos astutos y convincentes: presentan amplios conocimientos de términos médicos y enfermedades. Los síntomas que se aqueja son  vagos o contradictorios.


Afecciones que empeoran sin razón aparente. Afecciones que no responden a las terapias habituales según lo previsto. Buscan atención de muchos médicos u hospitales diferentes, incluso usando un nombre falso. Resistencia a permitir que los médicos hablen con familiares, amigos u otros profesionales de salud. Hospitalizaciones frecuentes. Mucho afán por someterse a pruebas frecuentes u operaciones riesgosas. Entre otras. 


No se conoce la causa del trastorno facticio. Sin embargo, una combinación de factores psicológicos y vivencias estresantes puede provocar el trastorno. Si bien las personas que sufren de este trastorno saben que causan sus síntomas o enfermedades, es posible que no entiendan las razones de su conducta o que no reconozcan que tienen un problema. Hay que descartar al hipocondríaco o al trastorno psicosomático, pues podrían parecerse, pero no es lo mismo.  



Existe una variedad clínica, un trastorno facticio impuesto a otro. El trastorno facticio impuesto a otro (antes llamado «síndrome de Munchausen por poderes») ocurre cuando alguien miente diciendo que otra persona presenta signos y síntomas físicos o psicológicos de enfermedad, o le provoca lesiones o enfermedades a otra persona con la intención de engañar a los demás. Por ejemplo: se manifiesta en padres que dañan a un hijo. Esta forma de maltrato puede poner al niño en peligro grave de sufrir lesiones o de recibir atención médica innecesaria.


Con frecuencia, el tratamiento del trastorno facticio es difícil de identificar, tratar y es  complejo. No hay protocolo específico de tratamiento a seguir. Sin embargo, la ayuda médica y psiquiátrica es fundamental para prevenir lesiones graves e incluso la muerte por las lesiones autoinfligidas típicas de este trastorno. 


Referencias:




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